viernes, agosto 03, 2007

Noja: ¡También hay resorts en el Cantábrico!

Para alguien de secano como yo, algo cansado del aplastante calor seco de Madrid [que por otro lado soporto bastante mejor que la mayoría de la gente] en julio y agosto [que no están siendo de los más duros] ir a la parte Norte de España o por extensión, a cualquier sitio verde, se agradece.


El caso es que mis santos padres llevaban algún tiempo ya allí y yo me incorporé más tarde para pasar una semana. ¿Dónde? En Noja, Cantabria, a unos 25Km de Santander.

La zona tiene una geografía bastante accidentada: muchas bahías y cabos con
playas anchas y calas con rocas guays. Mucho monte en el interior también.

Llegué el lunes 23 desde Madrid al aeropuerto de Bilbao para ver la ciudad y por la tarde desplazarme por carretera a Noja. Un viaje rápido, llegué en tan solo 50 minutos desde casa hasta Barajas y su espectacular T4 [10 puntos para el modernísimo transporte público en Madrid] y en 45 minutos de vuelo estaba en el Botxo. Lo curioso fue que mi padre tuvo que hacer el camino inverso justo a la misma hora que yo interrumpiendo sus vacaciones para ir a una reunión de trabajo urgente y me lo encontré en el aeropuerto. Casualidades de la vida.



¿Que qué me pareció Bilbao? Bueno, ya lo conocía antes y no sé... no me dice demasiado. Si bien es cierto que hay muchas partes muy restauradas y que la ciudad parece moderna [sobre todo en la parte del Museo Guggenheim y la ría del Nervión con sus puentes], tiene metro [estaciones diseñadas por Norman Foster], un moderno tranvía llamado EuskoTren, y que la zona de la concurrida Gran Vía da la sensación de que Bilbao efectivamente es una ciudad importante [tener Corte Inglés determina si estás en una gran ciudad o no ;-)], no termina de convencerme mucho. No considero que sea una ciudad gris y excesivamente industrial, que es la etiqueta que todo el mundo le cuelga a Bilbao, de hecho considero que es más bien alegre, pero... No sé. Es un poco hoyo, agobiante: la ría divide en dos la ciudad por el medio, quedando partida en dos mitades, una de las cuales es una pura cuesta, con lo cual andar la ciudad es muy muy cansado, siempre cuesta arriba, de manera que acabas por caer cuesta abajo y terminar indefectiblemente en la ría de nuevo. Los alrededores del centro son grandes, la ciudad está muy extendida, pero también dividida en cuestas. Cuestas por todas partes.

En general supongo que tengo a Bilbao en más alta estima que la media de la gente [que tiene la manía de compararla con San Sebastián, contra la que ninguna ciudad puede salir victoriosa] pero aún así no me entusiasma demasiado. No es un prodigio de belleza. Le doy un 5,5 sobre 10.


Y bueno, después de comer y pasear (cuesta arriba y cuesta abajo, el llano apenas existe en Bilbao) por ahí un buen rato, nos fuimos a Noja. 90 Km de coche. Y ahí es donde piensas que aunque Cantabria sea una comunidad autónoma distinta a Euskadi, los vascos se han hecho fuertes allí: absolutamente todo el mundo [los veraneantes y los dueños de los negocios], todos, son vascos, concrétamente de Vizcaya. ¡¡Ni en San Mamés hay tantas camisetas del Athletic Club como en Noja!! Flipante. A todo esto, digo yo, que es un poco triste ir a veranear a menos de 1 hora de casa, ¿no? Para gustos están los colores.

El caso es que Noja es un pueblo grande, extendido y bastante nuevo. Y concebido como
resort turístico, versión Cantábrico, para turismo nacional [vizcaíno como ya digo en un 90% y el resto para madrileños, que somos una plaga, y aragoneses por proximidad geográfica]. De vez en cuando veías algún alemán y francés [diferentes de sus compatriotas guiris típicos que van a desfasar y hacer el cafre en el Mediterráneo]. En invierno debe haber poquísima gente viviendo allí.

Todo allí son urbanizaciones relativamente nuevas pensadas para el turismo. Mucho ladrillo pero no del todo descontrolado: las casas tenían tres alturas máximo, eran de buena calidad y del mismo estilo. Eran bastante homogéneas. Como sucedía con los restaurantes, en todos tenían lo mismo: el pescado típico de la zona [rabas -calamares-, bonito, bocartes -boquerones-, parrochas -sardinas- y algo de marisco] y buena carne [chuletones y solomillo]. No había distinción entre entrar a un restaurante u otro. Todo muy estandarizado en un pueblo bastante homogéneo. Pero eso no era tampoco malo porque eran "altos estándares". Ejemplos:

Esta era la casa. Todo Noja es así más o menos.

Nuestro propio jardincillo

Rabas (calamares). Di buena cuenta de estas tras hacerles la foto.

Este solomillo que me metí estaba cojonudo.

Una rareza: arroz con bogavante.

Pero lo mejor de Noja era la playa. Tiene una playa fantástica. Ya se que las playas del Cantábrico suelen ser bonitas pero no las disfrutas tanto como las del Mediterráneo... pero no en esta zona. La playa del Ris, así se llama la de Noja, era ancha [típico en el Norte], con arena fina, pero con aguas tranquilas [es una playa muy abrigada] y muy muy limpias, transparentes. Según andabas aparecían rocas que formaban pequeñas calas y playas secundarias bastante chulas. Cuando la marea bajaba se formaban lenguas de tierras que te comunicaban con los islotes de roca mar adentro. Here we go:

Pese a que han construido, ves que no se les ha ido el tema de las manos y Noja parece
que crece con orden, sin edificios de 20 plantas en primera línea de playa


Y por lo demás había muchos pueblos cercanos adonde ir a cenar y darse una vuelta. Los había más animados como Santoña [fotos], Berria [impresionante el mítico Penal de El Dueso], Laredo o Isla en la costa:


Y otros más sositos pero con unas vistas tremendas en los valles del interior, como Limpias o Aparecida:

En Aparecida había una iglesia en un alto con vistas del valle bastante flipantes...

... junto a una portería de fútbol absurda: sin protección. Si colabas el balón se iba al precipicio...

... asique supongo que la gente acabaría jugando al frontón que había al lado. ¡¡La hostia Patxi!!

Limpias

Foto artística en Limpias

Pero lo que realmente me sorprendió fue Santander. Ya lo conocía y recordaba que era muy bonito, pero no que fuese tan espectacular. Lo que más me llamo la atención es, que aparte de bonita, da la sensación de tener un nivel de vida muy alto. Como si hubiese dinero en la ciudad (¡¡Botín!!). Muy pija pero con buen gusto, no tan pretenciosa. Sin agobios, mucho palacete bonito, una actividad de ciudad muy buena (bares y tiendas guays cerca del Paseo de Pereda), vistas muy buenas de toda la bahía de la propia costa y de los montes de alrededor. Las playas de la ciudad (tanto las de El Sardinero como la de La Magdalena) además son muy buenas: no solo porque sean bonitas, sino porque son buenas playas, muy limpias. La gente se ve que puede disfrutar de la ciudad en plan urbanita pero también de la naturaleza. En ese sentido me recordaba mucho a Estocolmo: Santander puede guardar similitudes con Estocolmo, no solo en su estética sino en el estilo de vida:

El Paseo de Pereda en Santander (¿Se parece a Strändvagen en Estocolmo?)

Oficinas de el Banco de Santander en el Paseo de Pereda

Edificio en el Paseo Pereda. Hay cientos así en Santander

El Mercado del Este (¿recuerda al de Östermalmstorg?)

La Catedral

La playa nº 2 de El Sardinero

La playa nº 1 de El Sardinero. Los edificios son muy elegantes como se ve

Moi en la playa nº 1 de El Sardinero

Mis santos padres en la playa nº 1 de El Sardinero

Mención aparte merece la zona de "La Magdalena" en Santander. Es una pequeña península a modo de vértice que divide la costa de la ciudad en dos: al Sur el puerto y al Norte las playas. Es una zona ajardinada donde esta el famoso club de Tenis de la Magdalena. Y está el Palacio de la Magdalena. Y la sede de la Universidad Internacional Menendez Pelayo. Y unas mini playas a modo de calas espectaculares. Precioso todo.

Mapa de Santander. La Magdalena divide la ciudad en dos

Vista de la península de La Magdalena. La playa era alucinante.

Este es el tipo de casas que se ven a las inmediaciones de La Magdalena: El dinero sí da la felicidad ;-)

La sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Sus vistas quedan mirando a la playa

Vistas de los acantilados de La Magdalena. Había alguna cala también

El Palacio de La Magdalena. Aaaaarriba

Más palacio...

Vistas de la ciudad desde la península de La Magdalena (¿Djugarden?)

Y ya la vuelta por fin fue en coche. Tranquilita, con parada para comer en Burgos. No ví mucho de la ciudad y solo puedo decir que el casco viejo está bien y su catedral gótica es impresionante. Eso sí, me parece un robo que solo por entrar los jodidos curas te cobren 4,5€. ¡¡Manos arriba, esto es un atraco!! Ya podrían ponerse a trabajar de verdad...

Esta foto sin flash del coro me quedo cojonuda, está mal que lo diga pero me encanta.

Y bueno, eso es todo. Cantabria me ha gustado mucho. Más turístico que Asturias (donde he pasado muchos veranos). Paisajes guays, quizá la naturaleza esté más domesticada que en Asturias y los pueblos estén más enfocados al turismo, pero con buena calidad. Volveré.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Socio, impresionante documento.

Lo de las catedrales es el timo del siglo. Pertenecen a una entidad privada, la Iglesia, y están restauradas la gran mayoría con el dinero de la obra social de las cajas, es decir, dinero público. Pues para verlas tienes que pagar dinero otra vez.

Bueno, Edu, a ver cuando te animas, vas a Palma y nos cuentas que tal está la piscina de Pedro J, el del corpiño rojo y la mítica Exuperancia.