jueves, agosto 16, 2007

¡¡Hubi, hubi, hubi, hubi!!... (y Agnieszka también): Reminiscencias de Estocolmo

Hace ahora tres años ya desde que empezase mi Erasmus en Estocolmo. Una ciudad que me cautivó, un estilo de vida que me entusiasma y una experiencia única e inigualable: irte a estudiar fuera, a un país muy diferente al tuyo. Además tuve la suerte de dar con un grupo de gente inmejorable. Grupo que, pese al tiempo y la distancia, se mantiene.

Solo algunos de nosotros en los fiordos de Abisko y Narvik, noviembre de 2004.

Ya en el verano pasado hicimos una reunión cerca de Londres [al que asistimos 26 personas, algunas venidas all the way desde Japón o Estados Unidos -tristemente hubieron al menos 10 a los que les fue imposible acudir] y seguimos visitándonos unos a otros de vez en cuando [Flo, Maiko, Sylvie, Julie, Carlos Málaga y Roberto ya han pasado por aquí y Christof vendrá en un par de meses, yo he estado en Hamburgo o Munich, amén de un remember Estocolmo]. Y si bien este verano no hemos vuelto a tener un rencuentro masivo como aquel, sí que nos han visitado en Madrid dos personas de aquellos dulces tiempos: Hubert y Agnieszka. Si a esto le sumamos que somos 7 personas las que ya vivimos por aquí [Carlos, Fred, Carmen, Thomas y yo mismo, aunque que Fernando y Lourdes no estaban por aquí y Andrea no pudo bajar desde Burgos desafortunadamente], fue en total una mini reunión de 7.

Thomas y Agnieszka, Hubert, Fred, yo, Thomas y Carmen.
Falta Carlos en esta foto de grupo pues se había ido de vacaciones.

Hubert ha estado aquí 10 días en total que para mi han sido como unas vacaciones en mi propia ciudad. Hubi es un tío genial, siempre conecté muy bien con él, nos hicimos muy buenos amigos y nunca perdimos el contacto en este tiempo. Ya son míticas las vueltas a casa en el último metro de Estocolmo después de salir de fiesta. Buena persona, entrañable y muy divertido. Toca el saxo y habla todos los idiomas habidos y por haber. Muy completo el chaval ¡Crack! De hecho vino desde Hamburgo en una mítica furgoneta Volkswagen con un colega percusionista, Jan Öhler, parando en varias ciudades [París, Barcelona] y tocando en la calle. Ambos son además compañeros de piso y estando ya en Barcelona Hubert se adelantó para pasar el máximo tiempo posible en Madrid con nosotros mientras que Jan fue por su parte unos días a Mallorca para finalmente rencontrarse de nuevo aquí con Hubert. Respecto a Agnieszka solo estuvo tres noches y vino con su novio, también llamado Thomas, para ver Madrid y seguir en ruta hacia Portugal: ¡nadie aguanta mejor el alcohol que los polacos! Eso sí, sin mezclar... :-)

El caso es que hemos pasado unos días geniales aquí. Haciendo turismo en Madrid por el día [que realmente les ha gustado], comiendo bien para que vea lo bueno de la cocina española [da gusto ver comer a Hubert por cierto], rememorando las batallitas de Estocolmo y de la quedada de Londres, y saliendo por la noche.

"Yo me gusta comida española mucho bueno"
(realmente Hubert habla un español mucho mejor)

Tres días intensos de mucho andar en Madrid son suficientes para ver la ciudad, tal vez necesites un cuarto dedicado exclusivamente a los museos [sigo pensando que tenemos las mejores pinacotecas del mundo: Reina Sofía, el Prado y el Thysen].
  • El primer día hicimos: Atocha, Paseo del Prado, Neptuno, Cibeles, Puerta de Alcalá, Retiro, Serrano, Colón y Alonso Martínez, vuelta a casa para comer y visita a Aranjuez por la tarde.
Carlos y Hubert a la entrada del Prado

La Puerta de Alcalá

El Palacio de Cristal en el Retiro
  • El segundo: Bilbao, Fuencarral, Gran Vía, Plaza de España, Templo de Debod, Palacio Real y comida en La Latina; Bailén, Calle Mayor, Plaza Mayor, Sol, Preciados, Arenal y Ópera.
Hubert en la Plaza de España

En el Templo de Debod

En la Plaza Mayor (1)

En la Plaza Mayor (2)
  • Tercer día: Picnic en el Retiro y visita al Reina Sofía. Ciertamente sólamente ver el Guernica impresiona. Descanso y salir por la noche.
En la fuente del Ángel Caído en El Retiro
  • El resto: mas paseos, compras por Fuencarral, repetir alguna visita con Agnieszka cuando ella llegó, tapear, cañas,... Botellones [San Cayetano en Lavapiés y La Paloma en La Latina], cenas... Muy divertido todo.
Botellón en la Latina

El lunes noche cambiamos un poco. Ya sin Agnieszka que siguió viaje hacia Portugal pero con Jan Öhler recién llegado, quisimos ver a los músicos en acción. Pensamos en una jam session de jazz a ser posible, asique nos fuimos a los locales que conociamos con el jazz en la mente como primera opción y el blues como segunda. Acabamos saxo en mano en el "PopulArt" de la calle Huertas donde, a pesar de que la banda era buena (más que nada el guitarra -voz- y el tío de la armónica), no fueron demasiado friendly y solo dejaron al bueno de Hubi tocar con ellos muy al final. Eso sí, lo bordó y la gente se desató:

Y Hubi se unió a la banda...

El día siguiente fuimos a ver como los músicos tocaban en el estanque del Retiro para la gente. Y aquí te das cuenta que la música, además de amansar a las fieras, atrae a las mujeres. [Nota mental: aprender a tocar un instrumento]



Y esa misma noche, martes 14, estuvimos por la noche de vuelta a la Paloma. Esto es, de nuevo botellón y más botellón en la calle, música, bailar... Además Hubi y Jan Öhler se trajeron el saxo y el cajón respectivamente para tocar allí, en plena plaza de San Andrés, que fue nuestra:

El "Grupo Estocolmo". Hubert, Fred, yo, Thomas y Carmen.

Hubi empezó a atraer las primeras miradas nada más sacar el saxo

La gente se arremolinaba...

Hubert y Jan Öhler en plena actuación

En esta foto realmente parece que la gente y los propios músicos habían
enloquecido como si estuvieran tocando Smells Like Teen Spirit o algo

En definitiva me quedan unos días muy intensos en Madrid, muy divertidos, las ganas de volver a salir de nuevo fuera a hacer prácticas esta vez o un trabajo más serio y el redescubrir [ya lo sabía, pero es bueno reafirmar ciertas cosas] que las personas, hayan nacido donde hayan nacido, somos todos iguales, nos reímos con los mismos chistes, nos gustan las mismas cosas en esencia y tenemos las mismas dudas y certezas: We are the world, we are the children :-D)))


Cada vez tengo más ganas de volver a vivir una temporada fuera de España. Estoy considerándolo sériamente.

viernes, agosto 03, 2007

Pedazo de serie: "Qué vida mas triste"

Tengo que poner esto porque esta serie es buenísima. Van ya por la segunda temporada y están preparando la siguiente. Puedes verla aquí: www.quevidamastriste.com (videolog)

Los protagonistas son Borja y Joseba, dos amigos de un pueblo de Euskadi. Cuentan sus miserias, sus rayaduras, sus movidas con sus novias. Son muy friquis. Los guiones están curradísimos y te ríes bastante. Internet ya empieza realmente a sustituir a la televisión.

Este es uno de sus mejores episodios últimamente (apenas dura 5 minutos):



Go go power rangers!!

Noja: ¡También hay resorts en el Cantábrico!

Para alguien de secano como yo, algo cansado del aplastante calor seco de Madrid [que por otro lado soporto bastante mejor que la mayoría de la gente] en julio y agosto [que no están siendo de los más duros] ir a la parte Norte de España o por extensión, a cualquier sitio verde, se agradece.


El caso es que mis santos padres llevaban algún tiempo ya allí y yo me incorporé más tarde para pasar una semana. ¿Dónde? En Noja, Cantabria, a unos 25Km de Santander.

La zona tiene una geografía bastante accidentada: muchas bahías y cabos con
playas anchas y calas con rocas guays. Mucho monte en el interior también.

Llegué el lunes 23 desde Madrid al aeropuerto de Bilbao para ver la ciudad y por la tarde desplazarme por carretera a Noja. Un viaje rápido, llegué en tan solo 50 minutos desde casa hasta Barajas y su espectacular T4 [10 puntos para el modernísimo transporte público en Madrid] y en 45 minutos de vuelo estaba en el Botxo. Lo curioso fue que mi padre tuvo que hacer el camino inverso justo a la misma hora que yo interrumpiendo sus vacaciones para ir a una reunión de trabajo urgente y me lo encontré en el aeropuerto. Casualidades de la vida.



¿Que qué me pareció Bilbao? Bueno, ya lo conocía antes y no sé... no me dice demasiado. Si bien es cierto que hay muchas partes muy restauradas y que la ciudad parece moderna [sobre todo en la parte del Museo Guggenheim y la ría del Nervión con sus puentes], tiene metro [estaciones diseñadas por Norman Foster], un moderno tranvía llamado EuskoTren, y que la zona de la concurrida Gran Vía da la sensación de que Bilbao efectivamente es una ciudad importante [tener Corte Inglés determina si estás en una gran ciudad o no ;-)], no termina de convencerme mucho. No considero que sea una ciudad gris y excesivamente industrial, que es la etiqueta que todo el mundo le cuelga a Bilbao, de hecho considero que es más bien alegre, pero... No sé. Es un poco hoyo, agobiante: la ría divide en dos la ciudad por el medio, quedando partida en dos mitades, una de las cuales es una pura cuesta, con lo cual andar la ciudad es muy muy cansado, siempre cuesta arriba, de manera que acabas por caer cuesta abajo y terminar indefectiblemente en la ría de nuevo. Los alrededores del centro son grandes, la ciudad está muy extendida, pero también dividida en cuestas. Cuestas por todas partes.

En general supongo que tengo a Bilbao en más alta estima que la media de la gente [que tiene la manía de compararla con San Sebastián, contra la que ninguna ciudad puede salir victoriosa] pero aún así no me entusiasma demasiado. No es un prodigio de belleza. Le doy un 5,5 sobre 10.


Y bueno, después de comer y pasear (cuesta arriba y cuesta abajo, el llano apenas existe en Bilbao) por ahí un buen rato, nos fuimos a Noja. 90 Km de coche. Y ahí es donde piensas que aunque Cantabria sea una comunidad autónoma distinta a Euskadi, los vascos se han hecho fuertes allí: absolutamente todo el mundo [los veraneantes y los dueños de los negocios], todos, son vascos, concrétamente de Vizcaya. ¡¡Ni en San Mamés hay tantas camisetas del Athletic Club como en Noja!! Flipante. A todo esto, digo yo, que es un poco triste ir a veranear a menos de 1 hora de casa, ¿no? Para gustos están los colores.

El caso es que Noja es un pueblo grande, extendido y bastante nuevo. Y concebido como
resort turístico, versión Cantábrico, para turismo nacional [vizcaíno como ya digo en un 90% y el resto para madrileños, que somos una plaga, y aragoneses por proximidad geográfica]. De vez en cuando veías algún alemán y francés [diferentes de sus compatriotas guiris típicos que van a desfasar y hacer el cafre en el Mediterráneo]. En invierno debe haber poquísima gente viviendo allí.

Todo allí son urbanizaciones relativamente nuevas pensadas para el turismo. Mucho ladrillo pero no del todo descontrolado: las casas tenían tres alturas máximo, eran de buena calidad y del mismo estilo. Eran bastante homogéneas. Como sucedía con los restaurantes, en todos tenían lo mismo: el pescado típico de la zona [rabas -calamares-, bonito, bocartes -boquerones-, parrochas -sardinas- y algo de marisco] y buena carne [chuletones y solomillo]. No había distinción entre entrar a un restaurante u otro. Todo muy estandarizado en un pueblo bastante homogéneo. Pero eso no era tampoco malo porque eran "altos estándares". Ejemplos:

Esta era la casa. Todo Noja es así más o menos.

Nuestro propio jardincillo

Rabas (calamares). Di buena cuenta de estas tras hacerles la foto.

Este solomillo que me metí estaba cojonudo.

Una rareza: arroz con bogavante.

Pero lo mejor de Noja era la playa. Tiene una playa fantástica. Ya se que las playas del Cantábrico suelen ser bonitas pero no las disfrutas tanto como las del Mediterráneo... pero no en esta zona. La playa del Ris, así se llama la de Noja, era ancha [típico en el Norte], con arena fina, pero con aguas tranquilas [es una playa muy abrigada] y muy muy limpias, transparentes. Según andabas aparecían rocas que formaban pequeñas calas y playas secundarias bastante chulas. Cuando la marea bajaba se formaban lenguas de tierras que te comunicaban con los islotes de roca mar adentro. Here we go:

Pese a que han construido, ves que no se les ha ido el tema de las manos y Noja parece
que crece con orden, sin edificios de 20 plantas en primera línea de playa


Y por lo demás había muchos pueblos cercanos adonde ir a cenar y darse una vuelta. Los había más animados como Santoña [fotos], Berria [impresionante el mítico Penal de El Dueso], Laredo o Isla en la costa:


Y otros más sositos pero con unas vistas tremendas en los valles del interior, como Limpias o Aparecida:

En Aparecida había una iglesia en un alto con vistas del valle bastante flipantes...

... junto a una portería de fútbol absurda: sin protección. Si colabas el balón se iba al precipicio...

... asique supongo que la gente acabaría jugando al frontón que había al lado. ¡¡La hostia Patxi!!

Limpias

Foto artística en Limpias

Pero lo que realmente me sorprendió fue Santander. Ya lo conocía y recordaba que era muy bonito, pero no que fuese tan espectacular. Lo que más me llamo la atención es, que aparte de bonita, da la sensación de tener un nivel de vida muy alto. Como si hubiese dinero en la ciudad (¡¡Botín!!). Muy pija pero con buen gusto, no tan pretenciosa. Sin agobios, mucho palacete bonito, una actividad de ciudad muy buena (bares y tiendas guays cerca del Paseo de Pereda), vistas muy buenas de toda la bahía de la propia costa y de los montes de alrededor. Las playas de la ciudad (tanto las de El Sardinero como la de La Magdalena) además son muy buenas: no solo porque sean bonitas, sino porque son buenas playas, muy limpias. La gente se ve que puede disfrutar de la ciudad en plan urbanita pero también de la naturaleza. En ese sentido me recordaba mucho a Estocolmo: Santander puede guardar similitudes con Estocolmo, no solo en su estética sino en el estilo de vida:

El Paseo de Pereda en Santander (¿Se parece a Strändvagen en Estocolmo?)

Oficinas de el Banco de Santander en el Paseo de Pereda

Edificio en el Paseo Pereda. Hay cientos así en Santander

El Mercado del Este (¿recuerda al de Östermalmstorg?)

La Catedral

La playa nº 2 de El Sardinero

La playa nº 1 de El Sardinero. Los edificios son muy elegantes como se ve

Moi en la playa nº 1 de El Sardinero

Mis santos padres en la playa nº 1 de El Sardinero

Mención aparte merece la zona de "La Magdalena" en Santander. Es una pequeña península a modo de vértice que divide la costa de la ciudad en dos: al Sur el puerto y al Norte las playas. Es una zona ajardinada donde esta el famoso club de Tenis de la Magdalena. Y está el Palacio de la Magdalena. Y la sede de la Universidad Internacional Menendez Pelayo. Y unas mini playas a modo de calas espectaculares. Precioso todo.

Mapa de Santander. La Magdalena divide la ciudad en dos

Vista de la península de La Magdalena. La playa era alucinante.

Este es el tipo de casas que se ven a las inmediaciones de La Magdalena: El dinero sí da la felicidad ;-)

La sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Sus vistas quedan mirando a la playa

Vistas de los acantilados de La Magdalena. Había alguna cala también

El Palacio de La Magdalena. Aaaaarriba

Más palacio...

Vistas de la ciudad desde la península de La Magdalena (¿Djugarden?)

Y ya la vuelta por fin fue en coche. Tranquilita, con parada para comer en Burgos. No ví mucho de la ciudad y solo puedo decir que el casco viejo está bien y su catedral gótica es impresionante. Eso sí, me parece un robo que solo por entrar los jodidos curas te cobren 4,5€. ¡¡Manos arriba, esto es un atraco!! Ya podrían ponerse a trabajar de verdad...

Esta foto sin flash del coro me quedo cojonuda, está mal que lo diga pero me encanta.

Y bueno, eso es todo. Cantabria me ha gustado mucho. Más turístico que Asturias (donde he pasado muchos veranos). Paisajes guays, quizá la naturaleza esté más domesticada que en Asturias y los pueblos estén más enfocados al turismo, pero con buena calidad. Volveré.